Filed under: Poesía, Poesía militante, Tradición | Etiquetas: José Manuel González, La cueca larga de los Pincheira, los Pincheira, Manolo González
El mejor homenaje que puede tener un hombre que lleve bien puesto el timbre de hombe son sus propias obras, sus propias acciones. Miguel Ayuso ha dicho de José Manuel González: » Su actitud, piadosamente patriótica y por lo mismo ajena completamente al error nacionalista, tampoco es por desgracia frecuente en el Río de la Plata. De modo que perdemos un puntal en la transmisión de saberes y actitudes acendradamente tradicionales.» Manolo recuerdo tus palabras para mí: «Pleno de Fe en el camino común». Mantengo la Fe y el mejor homenaje que te puedo hacer es este. ¡Qué viva la Nueva Hispanidad!:
La Cueca Larga de los Pincheira. [1]
Dice José Antonio Pincheira ante la muerte:
Gracias Señor, por tantas tardes bravas,
por tanta noche en vela,
por tantas mañanas con la boca seca,
y el gusto del aguardiente en la lengua
y el temor a la próxima topada.
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Gracias, mi Dios, por tantas cargas
y por tantas heridas en la carne,
por las traiciones, las locuras hermosas,
por cuando me caí y me dieron duro,
por el dolor en las sienes y en el alma,
por la inmensa soledad y el silencio
cuando más necesitaba de consuelo.
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Por tener que compartir con la mala gente
el pan, el agua, la risa y la esperanza,
por la escupida en medio de los ojos
por la sal sobre la herida abierta
y por la incomprensión de los que quise.
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Gracias Señor por el paso del tiempo,
por el silencio de los días
y por la duda en la esperanza;
sólo me queda la Fe, empecinada,
la Caridad la han roto una mañana
disfrazándola de palabras y gritos.
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Sólo me quedan el Rey y una guitarra,
un rosario, un roto poncho negro,
y algo que nunca nombro.
Y que ahora llega, mientras muero
y que viene a mi boca y se desangra.
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Gracias Señor porque me separaste
de la tropilla y me pusiste marca,
porque escuché canciones buenas, fieles,
cuando otros escuchaban las palabras
que confunden y rompen y desgarran.
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Gracias Señor por este mate amargo,
aporteñado, que ahora me acompaña,
y por estas estampitas ajadas,
La Mercé, de Jerez, y Chillán, la siempre goda
y aquello que me guardo y que Tú sabes.
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Gracias Señor por tanta matadura
sobre este cuero viejo que termina.
Cuando deje de pitar, Señor mío,
tendré sabido que di bien la batalla.
José Manuel González
Parque Chas
A los 8 días de Setiembre de 2009
[1] Extraído de La “cueca larga” de los Pincheira – Una montonera realista en la Independencia sudamericana. De José Manuel González, Ediciones Nueva Hispanidad, Buenos Aires, 2009. Los Pincheira fue el nombre por el cual se conoció, durante la Guerra de la Independencia o de Secesión hispanoamericana, a una montonera, partida o guerrilla en la que militaron algunos oficiales del ejército realista de Chile, pero que, esencialmente, estuvo constituida por criollos de aquel país, como los hermanos Pincheira, quienes acaudillaron y dieron nombre a la hueste que luego de las derrotas de Chacabuco y Maipú, compartiendo, quizás la convicción del personaje de Ionesco en El Rinoceronte: “Soy el último hombre (…) Nunca capitularé”, permanecieron leales a las banderas del rey, apoyándose en numerosas comunidades indígenas de ambos lados de la cordillera e iniciando un combate que se prolongó hasta 1832, en la provincia del Neuquén, en suelo argentino.
2 comentarios so far
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Maravilloso!!!
Comentarios por Paola Pincheira h. enero 14, 2013 @ 7:59 amQue los oprimidos jamás olviden la obra del coronel Pincheira… Caudillo del pueblo en armas contra los delincuentes santiaguinos. En la memoria, siempre.
Comentarios por El Manu May 10, 2013 @ 12:04 am